Casi lloré por culpa de Charlie XCX
Porque “es muy complicado ser una chica”…
Hoy me acordé de todas mis mejores amigas. Podría ser una frase súper bonita, dulce. Podría ser el preludio a una llamada a cada una de ellas, que terminase en un encuentro entre mujeres que se aman, se cuidan y se extrañan. Pero desgraciadamente yo no estoy hablando de personas que sigan en mi vida, ni de relaciones que pueda retomar con facilidad. Ni mucho menos de una amistad al uso. Estoy hablando de relaciones perdidas en el tiempo, la distancia y el silencio; de incluso quasi amistades, que nunca llegaron a significar demasiado, pero cuyo fracaso sigue viviendo en lo más profundo de mí.
Mi corazón se rompió de esta forma en el momento en que comenzó la letra más allá de los versos que ponen título al sencillo “The girl, so confusing”, una colaboración entre Charlie XCX y Lorde. Yo, que me confieso como una desentendida (pero entusiasta) del cotilleo, que nunca me había imaginado que entre estas dos mujeres, a las que sigo y disfruto desde hace años, pudiese haber ningún tipo de relación, me sentí tan sorprendida como desolada e identificada en la historia que comparten en esta canción.
Para mí (de nuevo recuerdo que no tengo ni la más remota idea de la historia real entre Charlie y Lorde) “The girl, so confusing” pone de manifiesto una relación de afecto aparentemente fallida entre dos mujeres muy diferentes entre sí, pero a las que las circunstancias de la vida empujan para permanecer juntas, sosteniendo unos lazos que ninguna de las dos puede sostener debidamente. Charlie habla de sentirse confundida en la relación, de no saber si es odiada o admirada, de no saber si aprecia o detesta a su amiga.
Y es que es una conversación hiper trillada, pero más de una vez, las amistades resultan complejas porque no tenemos códigos claros como en las relaciones sexoafectivas convencionales a través de los cuales podamos comunicarnos. Y desde mi experiencia, en un mundo patriarcal y jodido como es el que nos ha tocado vivir, las mujeres sobre todo, vivimos las amistades bajo la lente del machismo: comparándonos con nuestras amigas, desconfiando de sus intenciones con nosotras, y por lo general buscando enemigas en ellas. De eso y todo más habla Charlie en sus versos, hablando de que la gente decía que ella y Lorde tienen el mismo pelo o que Lorde propuso hacer música, resultando en una dinámica tensa, forzada y sobre todo incómoda para ambas.
Y podría enfadarme mucho más, pero no es una historia de rabia (aunque si lo es), porque lo que me poseyó según avanzaba la canción fue un dolor en el pecho y la garganta desgarrador, el mismo que siento cuando recuerdo que “mi rival” es en realidad una mujer como yo. Porque más allá de toda la rabia y la confusión de Charlie solo hay una chica que quiere hablar de tú a tú con su amiga. Y por eso Lorde lanza el verso que para mí fue como una bala directa al pecho: “honestamente enmudecí cuando desperté con tu nota de voz”… El llanto me atrapó al recordarme a mí misma, lanzando un audio largo, sincero, tembloroso, que pudiese significar un puente entre mí y aquella persona con la que necesito conectar con tanta desesperación.
Lorde confiesa en su respuesta a Charlie que no se encontraba en el mejor momento de su vida, que se pasaba mucho tiempo luchando contra sí misma. “Estaba presa del odio, y tu vida parecía tan maravillosa que nunca, ni por un segundo, pensé que mi voz estaría presente en tu cabeza”. De esa forma he adaptado el verso de Lorde, fulminante y real. Porque yo misma, en mis peores momentos, me he odiado tanto que me he castigado privándome del valor suficiente para mostrarme vulnerable frente a mis amigas más queridas, aquellas que ahora solo vivo en forma de recuerdos.
Es que da mucho miedo ser la mala y la persona que tiene la culpa de esta catástrofe emocional. Porque la sociedad nos ha criado buenas, dulces, cariñosas. Entonces es muy extraño ser personas que hablan de forma abierta de sentir resentimiento contra otra persona, porque los sentimientos negativos aparentemente son como manchas en la pureza de las personas, en su bondad. Y muchas veces, basamos nuestro valor en lo buenas personas que seamos. Y da mucha rabia sentir tanta negatividad contra una persona que antes era de tu interés, y que, de echo, te produce mucho más malestar porque precisamente sigue produciéndote interés, o directamente sigues queriendo y admirando a esa persona. Es muy extraño… Es precisamente muy confuso.
Esta canción, este puente entre dos personas, simboliza para mí el romance más puro y potente que he escuchado en los últimos años. Son dos personas enfrentándose al abismo del odio y la decepción, porque tu amiga te va a decepcionar, y tu a ella; pero saltar para encontrarse es el verdadero acto de amor.
Si lo pensamos bien, y volviendo al cuento de la sociedad machista, la dificultad de la conexión real entre mujeres y su fragilidad es solo una consecuencia de todo lo malo que aún se perpetua, que nos empuja a compararnos entre nosotras, que nos invita a buscar a nuestra enemiga en la que más cerca tenemos, que nos separa unas de otras, que nos hace débiles, que nos complica las cosas porque “a veces es muy complicado ser una chica”, pero otras es tan sencillo como recordar que precisamente todas somos chicas.
(Disclaimer** Ninguna mujer burguesa es mi aliada ni mucho menos mi amiga, y de corazón espero que todas mis opiniones y reflexiones lleguen solo a las clases disidentes. Solo me identifico y las protejo a ellas ❤)
